
LA PICACHA
La basura de la “canalización”
Quebrada La Picacha una de las fuentes fluviales que atraviesa a la ciudad de Medellín en todas las direcciones. Fuente de vida y progreso y, por más contradictorio que parezca, también de muerte y problemas, provenientes de ese mismo progreso.
Esta nace en La Cuchilla-El Barcino y atraviesa gran parte del sur occidente de la ciudad de Medellín hasta desembocar en el río Medellín, después de recorrer 10.7 kilómetros, eso sí, esto de manera lineal, ya que si se cuentan los diferentes meandros y caídas que la componen puede llegar a recorrer, más de 12,43 kilómetros en su transcurso total. En su nacimiento, empieza a 2.440 m.s.n.m. y baja hasta los 1.485 m.s.n.m. Atravesando casi mil metros de altitud hasta desembocar en el río Medellín a la altura de la Alpujarra.

La canalización en vía recta de La Picacha. Se puede ver en la imagen su recorrido desde la calle 78. Simón Suárez (2023)
En su habitual recorrido, La Picacha pasa por diferentes barrios y lugares emblemáticos de la ciudad que han ido creciendo cada vez más sin importar la presencia de esta quebrada e, incluso, por el contrario, ha sido aprovechada por las personas que habitan sus zonas aledañas.
La entrada de La Picacha a Medellín se da por el corregimiento de Altavista, siguiendo su curso por los sectores de Belén, y Laureles – Estadio. En la comuna 16, en el sector de Belén Las Violetas es canalizada hasta su posterior llegada al río Medellín.
Según el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, la quebrada se divide entre tres etapas: el tramo alto que va desde su nacimiento hasta la parte alta de la vereda Aguas Frías en Altavista; el tramo medio que transcurre desde la parte alta de la vereda Aguas Frías hasta la cancha de Belén Las Violetas; y el tramo bajo que va desde la cancha de Belén Las Violetas, en donde empieza la canalización de la quebrada, hasta su desembocadura en la Autopista Sur. Alrededor de estos tramos suceden y han sucedido situaciones que han afectado de una u otra manera a la quebrada, su población cercana y los espacios en los que convive.

Picacha a la altura de Bulerías, la canalización es cubierta en esta sección y se pierde entre el concreto de la zona. Simón Suárez (2023)
Entre los principales problemas que presenta esta fuente hídrica, el Área Metropolitana, en su informe “QUEBRADA LA PICACHA” de 2018, señala inicialmente el manejo de vertimientos en la quebrada, ya que, en el tramo alto, esta se ha usado para abastecer algunos alcantarillados, entre ellos los de Aguas Frías y el Barrio Belén-Las Mercedes, contaminándola desde la parte alta de la quebrada, con residuos de alcantarillado y material ocasionado por la explotación minera de la zona, que altera la calidad del agua.
Otro problema consiste en el manejo de residuos sólidos, debido a que existe poca cultura acerca del cuidado de la quebrada, sobre todo en el tramo alto, donde se arrojan elementos que alteran el cauce del agua y terminan por taponarla, llevando así a la aglomeración de basuras en el cauce y posteriormente a desbordes de agua, en especial en la parte donde no está canalizada. Por último, se menciona que la quebrada cuenta con una deforestación pronunciada en zona de ribera, debido a actividades agrícolas y ganaderas en la zona, la construcción de viviendas y la minería.

Abandono de escombros en La Picacha, cuando se sube su nivel se los lleva y genera taponamientos. Simón Suárez (2023)
Además, hay que agregar que también subsiste en este espacio es el asentamiento ilegal de personas en la parte ya canalizada de la quebrada, en su mayoría recicladores, lo que puede causar alteraciones en el flujo de esta, según el informe del Área Metropolitana.
Durante el año 2018, el Plan quebradas, el cual tiene como fin la articulación institucional en pro de la recuperación y mejoramiento ambiental, ecológico y paisajístico del sistema hídrico de la ciudad. En este se priorizaron 19 quebradas en la ciudad para tratarlas, y buscar la conservación de estas fuentes fluviales y concientizar a las personas sobre su existencia: La Picacha fue una de estas. En este mismo año, se realizó la construcción del corredor verde quebrada La Picacha, con 3.7 kilómetros de longitud, que buscaba mejorar la relación entre el hombre y la quebrada entre la carrera 84, cerca del centro comercial Los Molinos, hasta en Parques del Río.



Estos son los parques que se pueden encontrar a lo largo de la canalización de la quebrada hasta llegar a la carrera 80. Simón Suárez (2023)
Por supuesto, la quebrada ha tenido algunos antecedentes de desbordamientos donde ha significado un riesgo para sus pobladores y vecinos, debido a las razones anteriormente mencionadas. Por ejemplo, en 2011 la quebrada se desbordó, con ayuda de las fuertes lluvias que azotaban la zona, y causó una avenida torrencial que arrasó con más de 3 casas y dejó damnificadas otras 10 aproximadamente en Aguas Frías, también causó la muerte de una persona. Esto fue un llamado de atención para las autoridades y los habitantes de la zona, que llevó a la replantación de árboles que ayuden al no desbordamiento de la quebrada, y a la creación de un censo para identificar a las viviendas y personas en riesgo para su posterior reubicación.
Subiendo por La Picacha desde el Río Medellín hasta la cancha de futbol de Belén – Las Violetas en la quebrada rebosa la naturaleza, árboles, plantas y flores adornan el camino canalizado de la quebrada. Su canalización, en forma de V, recorre varios sitios y calles importantes de la ciudad, la Universidad de Medellín, el Centro Comercial Los Molinos, la avenida 80, la carrera 76 a dos cuadras del parque de Belén, la glorieta de Bulerías; la cual de vez en cuando se inunda, por el desborde de La Picacha; la parroquia El Verbo Divino y finalmente Parques del Río son testigos del tránsito y las acciones de la quebrada con el pasar del tiempo.

"Corredores verdes". Simón Suárez (2023)
Cómo vemos distintos espacios conviven con la quebrada regularmente, comercio, recreación, religión, educación, movilidad, entre otros, atraviesan, recorren o simplemente se instalan cerca de esta, que en su gran medida pasa desapercibida, pero si se presta atención las basuras y los escombros, y las casas improvisadas de personas sin hogar que están a lo largo de la quebrada. Aumentan su contaminación y el color del agua va poniéndose de tonos cada vez más oscuros a medida que se llega a la desembocadura.
Residuos sólidos, colchones, líquidos de dudosa procedencia, y miles de cosas más, bajan por el tobogán de agua que recorre la canalización. Así, de esa manera, “la canalización” es como los vecinos y la gente de la zona reconoce a la quebrada, llamada más bien como un punto de referencia, que como una fuente fluvial que transporta vida; “vamos a el parque de la canalización” “la canalización se desborda a cada rato e inunda Bulerías” “coja la canalización y dele pa’ abajo hasta la ochenta”.
La parte sin canalizar de la quebrada, desde su nacimiento la Cuchilla El Barcino, hasta Las Violetas, no cuenta con unas paredes que la retengan y corre libre y fluctuante entre las viviendas y diferentes espacios que la rodean, aquí desaparece la presencia de algunos sitios anteriormente mencionados y se entra en una ciudad más rural, pero que tampoco convive de gran manera con la quebrada, ladrilleras, canchas de futbol; como la de las violetas y la de aguas frías; escuelas e iglesias se posan a borde del agua que trae la corriente que poco mantiene su pureza, luego de que abandona la Planta de Producción de Agua Potable de EPM en el principio del barrio Aguas frías de Altavista.
Debido a la falta de programación urbanística y el constante aumento demográfico de la zona, en este sector suceden la mayor cantidad de desastres, casas arrastradas, escombros arrojados y hasta personas que han fallecido, es el saldo que atenúa la bajada de La Picacha por Aguas Frías, que cuenta además con la fuerza incesante del agua, rocas propias de esta y la tierra que lleva consigo.